lunes, 15 de mayo de 2017

Estudio de la participación de las familias inmigrantes en la escuela.

En este documento se estudiaron la importancia de la participación de familias inmigrantes en centros educativos pensando en la mejora de la integración escolar y social de sus hijos e hijas.
"Después de revisar algunos estudios actuales sobre la participación de las familias en la educación, se presentan los resultados de una reciente investigación realizada desde la USC con una muestra de 458 familias procedentes de distintos países y residentes en España. Concretamente, el objetivo en este trabajo es comprobar si la variable procedencia influye en la implicación de las figuras materna y paterna en la escuela donde estudian sus hijos/as. A tal efecto, se hizo un estudio comparativo, empleando la prueba de Chi-cuadrado, entre familias de procedencia latina (n=210) y magrebí (n=40). Los resultados de los análisis realizados nos permiten afirmar que las familias latinas participan más, de forma general, en la escuela que las de origen magrebí. Sin embargo, tomando en consideración la figura parental, se confirma que tales diferencias son estadísticamente significativas en el caso de las madres (p≤ 0.01) (en todos los indicadores analizados salvo en la participación en actividades de la AMPA), y que son las latinas las que más se implican. De todos modos, aunque la participación de los padres latinoamericanos es mayor que la de los magrebíes, esta diferencia no es estadísticamente significativa. Se explica tales diferencias en función de otras variables estudiadas y, finalmente, se concluye defendiendo la necesidad de que la participación sea entendida como medio y fin de la intervención socio-educativa con familias inmigrantes."

Cabe destacar en este artículo la investigación científica de la participación de las madres y padres en el centro educativo, por lo que vamos a centrarnos en ello.

El estudio de la participación paterna y materna en los centros debe medirse teniendo en cuenta tanto la implicación de la familia en los órganos formales, como otros indicadores de la vida escolar: la asistencia a reuniones, la presencia en distintas celebraciones o la propia disposición colaborativa.
El análisis de la participación de las familias en los centros escolares en los que estudian sus hijos e hijas nos revela la siguiente información (Tabla I):
-Un alto porcentaje de padres (39,1%) reconoce acudir poco a las reuniones de la escuela. Dice que no asiste nunca un apreciable 30,3% y acude bastante o mucho el 30,6%. Con mucha frecuencia parece que va el 29,1% de las madres, pero nada menos que un 27% confiesa que lo hacen poco, e, incluso, un 9% que confirma su total ausencia de las instalaciones escolares. En cualquier caso, el 63,9% que resulta de sumar las opciones «mucho» y «bastante» deja claro que tal cometido sigue siendo asumido predominantemente por las madres.
-Asimismo, los padres de los alumnos inmigrantes conocen más bien poco a los profesores/as tutores de sus hijos/as: el 55,2% afirma no conocerlos o conocerlos poco. La situación mejora con las madres, pues, aún siendo en un 33,8% de los casos la respuesta negativa, el 39,8% conoce bastante a los tutores de los hijos/as escolarizados y el 26,3% los conoce mucho.
-El último aspecto se centraba en la participación en actividades organizadas por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA). Si señalamos que un 56,9% de los padres y un 48,4% de las madres son totalmente ajenos a esa implicación participativa (sólo el 22,3% de las madres declara participar bastante o mucho), poco se puede añadir como no sea para remarcar la necesidad de incentivar el ejercicio de un derecho, aunque entendiendo que la gestión de la participación de los padres inmigrantes no puede ser rígida. Respecto de esta misma cuestión, se afirma, en el referido estudio de Garreta (2008), que la implicación en las actividades de la AMPA es menor en los centros con presencia de inmigrantes.

Entre las razones que dificultan la implicación de las familias en estas asociaciones podemos destacar la falta de tiempo, la ausencia de información sobre su utilidad y sus programas, la barrera del idioma, los niveles educativos y culturales de los padres, o el papel de la mujer en la familia, especialmente en las familias musulmanas


Al tomar como referente de análisis la procedencia de la familia observamos importantes diferencias (Tabla II):
-En lo que atañe a la asistencia de los padres a las reuniones de la escuela, cabe decir que es un poco mayor en el colectivo latino. De hecho, un 81,5% de los padres magrebíes, frente a un 63,2% de los latinos, reconoce no acudir o acudir poco a estas reuniones, en tanto que sólo un escaso 8% de los primeros afirma ir bastante. En el colectivo femenino, las diferencias son más acusadas. Mientras que un 72,5% de mujeres latinas dice que asiste bastante o mucho a las reuniones escolares, únicamente el 20,6% de las magrebíes hace lo mismo, y más del 40% afirma que nunca acude a estas convocatorias.
Estos datos nos indican que la visita a las instalaciones escolares en las que se educa a los hijos/as es una tarea asumida predominantemente por las madres inmigrantes de origen latino.
-Nos encontramos con un bajo nivel de asistencia por parte de los progenitores magrebíes a las celebraciones o fiestas escolares (un 50% de padres y un 56,3% de madres afirma que no asiste nunca). En todo caso, vuelven a ser las madres latinas quienes más participan en este tipo de actividades (el 53,8% de ellas asegura que acude bastante o mucho).
-Más de la mitad de los padres inmigrantes magrebíes (52,8%) conoce bastante o mucho a los profesores/as tutores de sus hijos/as, y lo mismo afirma el 49% de los latinos. La situación mejora en el colectivo de madres de esta misma procedencia, pues el 72,3% las que considera que lo conoce bastante o mucho. Entre las magrebíes, casi un 39% no conoce al tutor/a.
-Las cifras son más rotundas cuando se analiza la participación de estas familias en las actividades convocadas por la AMPA del colegio donde estudian sus hijos e hijas, pues más del 65% de los progenitores magrebíes no colaboran nada en tales iniciativas, el porcentaje que desciende en el caso de las familias latinas (56,3% de los padres y 46,4% de las madres).

En definitiva, constatamos una menor participación de las familias procedentes del Magreb en la escuela, y comprobamos, además, otra tendencia, inversa a la ya apuntada: la implicación de los padres es, en todo caso, mayor que la de las madres y se concentra, básicamente, en el grado de conocimiento que parecen tener del profesor/a tutor de sus hijos/as, y en la asistencia a las fiestas o celebraciones escolares. Los motivos que explican tan baja participación hay que situarlos en dos polos: la larga jornada laboral del padre, cuyos horarios responden a la lógica de la venta ambulante, y el desconocimiento del idioma por parte de la madre. Este análisis coincidiría con el de los padres latinos, pero no así con el de las madres que, en primer lugar, participan más de las reuniones escolares y, en segundo término, afirman conocer al tutor/a de sus hijos e hijas. En este mismo sentido, Goenechea (2005, p. 491) afirma que los docentes valoran mayoritariamente que la relación de las familias extranjeras con el centro educativo es algo menor que la que mantienen los españoles, especialmente en el caso de marroquíes y asiáticos.


Para seguir profundizando en esta relación, llevamos a cabo un análisis comparativo en función de la procedencia, al objeto de comprobar si las diferencias observadas eran estadísticamente significativas (Tabla III):
-Por lo que respecta a la «asistencia a las reuniones de la escuela», mientras en el caso de los padres no se observan diferencias, sí se constatan diferencias significativas (de un 1%) en el caso de las madres latinas, que asisten más a las reuniones escolares que las magrebíes.
-Los datos de la investigación vuelven a mostrar la ausencia de diferencias significativas en los padres a propósito de su «asistencia a las celebraciones o fiestas de la escuela», pero éstas sí se aprecian nuevamente en el caso de las madres a favor de las latinas, que son las que acuden más.
-De nuevo, la prueba de Chi-cuadrado nos permite dar cuenta de diferencias significativas en la variable «conoce al profesor/a tutor/a de su hijo/a». Las madres que proceden de América conocen más a este profesor/a que las del Magreb. Por el contrario, en los padres no encontramos diferencias estadísticamente significativas.
-No se dan tampoco diferencias significativas entre padres y madres de una y otra procedencia al analizar la participación en actividades convocadas por la AMPA.

Resumiendo, son las madres latinas las que más se implican en los centros escolares, marcando diferencias significativas con las magrebíes. Por lo que se refiere a los padres, el nivel de participación es bajo, pero no se dan diferencias significativas entre los dos colectivos. En todo caso, la implicación de los padres magrebíes es superior a la de las madres de idéntica procedencia. En la única variable en la que no se observan diferencias es en la participación en las actividades convocadas por la AMPA, ya que, en todos los casos, es la más escasa.



Para concluir este apartado, destacamos algunos elementos vinculados a la relación de los padres con instancias significativas en la dinámica de los centros escolares (Tabla IV):
Una vez más, advertimos diferencias, aunque no sean estadísticamente significativas, entre los dos colectivos de familias. Están más satisfechas con la interacción las que proceden de América Latina, mientras que las magrebíes son las que tienen una menor relación.

El resultado de los análisis parece demostrar que, al contrario de lo que podíamos suponer, el tiempo de residencia no influye tanto en la participación, ni es cierto que si el tiempo de permanencia es mayor, mayor es la implicación. Como podemos ver cuando se producen diferencias, estas son, curiosamente, a favor de los que llevan menos tiempo entre nosotros. De la misma forma, la compresión de la lengua castellana no afecta a la participación de los padres, pero sí a la de las madres.

Cita: Santos Rego, M.A y Lorenzo Moledo, M (2009). La participación de las familias inmigrantes en la escuela. Un estudio centrado en la procedencia, Revista de Educación, 350, pp.277-300 http://www.revistaeducacion.mec.es/re350/re350_12.pdf

miércoles, 10 de mayo de 2017

CONGRÉS INDIANS, colegio concienciado con la relación de las familias en la escuela. Nueva metodología.


¿Cómo y cuándo surgió?
 Surgió de la mano de dos maestras que acababan de ser madres, Astrid y Desirée, cuando tuvieron la oportunidad de crear un cole público desde cero en Barcelona. Y en enero de 2010 Congrés-Indians abrió sus puertas, con cincuenta niños de primer curso de infantil cuyas familias conocían y apoyaban incondicionalmente el revolucionario proyecto. La directora del centro fue madre por segunda vez, esto fue lo que le impulsó de tener una maternidad consciente y transformadora– lo que permitió que esta escuela se haya gestado y haya crecido como lo ha hecho, desde el deseo de una crianza y una educación basada en el respeto y la confianza en el niño.
La búsqueda de estas maestras, como madres, desembocó en una nueva visión de la educación que les ha llevado a conocer iniciativas pedagógicas como Summerhill en Inglaterra, Reggio Emilia en Italia o las escuelas finlandesas. Congrés-Indians comparte con esas otras escuelas la confianza en las capacidades propias de cada niño y niña, y en su curiosidad innata. Saben que cuando permitimos aflorar la iniciativa de los niños, y les damos un entorno donde sienten seguridad sin sobreprotección, el aprendizaje surge desde esa motivación intrínseca que es la más valiosa.



¿Qué metodología sigue?
¿Cómo es un día en Congrés-Indians? Las niñas y niños –de tres a ocho años–van llegando poco a poco, acompañados de sus familias, que entran hasta el aula. Es lo que se conoce como “entrada relajada”: se permite la llegada con un margen de flexibilidad horaria, y las niñas y niños pueden disfrutar un rato jugando en compañía de sus mamás y papás. Todo el mundo se descalza antes de entrar en clase, por higiene pero también por comodidad. Dentro del aula hay varios espacios, organizados de forma que cada uno sirva para trabajar desde las diferentes inteligencias que recoge la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, que ha servido de base para el proyecto curricular.
En esta escuela no existe la hora del recreo, los niños/as salen tranquilamente en pequeños grupos, sin el ansia de espacio y la necesidad de desfogarse que se da habitualmente en los patios de los colegios tradicionales. A este momento le llaman “libre circulación”, y el exterior es uno más de los ambientes preparados en los que los niños y niñas pueden elegir pasar este rato jugando y explorando libremente.




¿Cómo están organizadas las clases? 
“Una escuela sin mesas ni sillas”: La decoración y el ambiente de la escuela recuerdan a una gran casa, con mobiliario acogedor, cuadros bonitos en las paredes, plantas, adornos de materiales naturales, y juguetes de madera. Hay butacas, una alfombra con materiales infantiles, una estantería con libros sobre crianza y educación que se ofrecen en préstamo, y un ordenador.


¿Cómo son las rutinas del colegio congres Indias?: 
La mañana empieza con una asamblea. Después el tiempo se reparte entre la asistencia a talleres (que se desarrollan desde un enfoque experiencial y manipulativo, y que van cambiando a lo largo del curso en función de las necesidades de los niños), “libre circulación” y actividades de libre elección. Los talleres no se suelen elegir, sino que las niñas y niños van al que les está asignado según el criterio de las maestras. Los temas que abarcan son muy amplios y van mucho más allá del concepto de “asignatura”. La jornada acaba con la asamblea de tarde, y una salida relajada en compañía de las familias.


¿Qué papel juega la familia? 
Se integra a las familias, e incluso al barrio. Las familias pueden participar con las maestras en los talleres, y también acudir a las sesiones de acompañamiento que la escuela ofrece, con títulos sugerentes como “la escuela desde una mirada sistémica”, “materiales de matemáticas”, “una mirada respetuosa hacia la infancia”, o “la literatura infantil”.


domingo, 7 de mayo de 2017

DATOS ESTADÍSTICOS, actividades académicas en primaria.

Participación de los padres de alumnos de educación primaria en las actividades académicas de sus hijos

    Resumen del artículo:
Este trabajo describe el grado de participación de padres y madres de niños de primaria del estado de Yucatán, en México, en las actividades educativas de sus hijos. Con base en juicio de expertos y en referentes de la literatura, se diseñó una escala tipo Lickert con 36 ítems para evaluar la participación, que fue administrada a 106 padres de familia de alumnos de una escuela primaria pública de la ciudad de Mérida, capital de Yucatán. Los resultados muestran que la escala tiene un coeficiente de confiabilidad aceptable y que su estructura subyacente, después de un análisis factorial con rotación varimax, consiste en tres factores principales: 

1) Comunicación con la escuela;
2) Comunicación con el hijo, y
3) Conocimiento de la escuela. 

En general, la participación de los padres en las actividades educativas de los hijos se clasificó como baja o precaria, especialmente en lo referido a los factores de Comunicación y Conocimiento de la escuela, mientras las madres presentaron un nivel de participación significativamente mayor en ambos factores. Las implicaciones de los resultados para la escuela y la investigación sobre participación paterna en el proceso educativo, se discuten a la luz de los resultados.

b.      Comentario
Bajo mi punto de vista, este artículo muestra como el perfil de participación de la familia influye tanto positiva como negativamente en los resultados académicos de los niños de primaria. Esto es debido a la gran variedad de tipos de familias existente, y según los conocimientos que éstas posean y de donde provengan, ayudan a sus hijos en estas tareas de una manera u otra. Por ello se ha estudiado 106 padres, diferenciando entres padres (51) y madres (54).

c. Debate
¿Cuál es el nivel de participación de los padres en las actividades académicas de sus hijos de primaria?
¿Existen diferencias en el nivel de participación, entre padres y madres?
¿Repercute el nivel de estudios de los padres a la hora de participar en las actividades escolares de sus hijos?

d. Contextualización
Facultad de Educación Universidad Autónoma de Yucatán, Apartado Postal 1207, C.P. 97000 Mérida, Yucatán, México. 2008.

e. Justificación con el tema a tratar
He escogido este tema debido a que está a la orden del día, muchos padres suelen ayudar a sus hijos a la hora de realizar las actividades académicas, pero no todos ellos poseen las mismas posibilidades y capacidades a la hora de realizarlo. Para ello se han tomado en cuenta diversas familias, a las cuales se les ha realizado un estudio y se ha representado en varias tablas en forma de porcentajes.

DATOS ESTADÍSTICOS:


 

 Autores: Ángel Alberto Valdés Cuervo, Mario José Martín Pavón y Pedro Antonio Sánchez Escobedo

 

Año: 2008

 Revista: Revista electrónica de investigación educativa.

Recurso electrónico: Google Académico.  Revista electrónica de investigación educativa.





CITA COMPLETA EN FORMATO APA:

Martín Pavón, MJ; Sánchez Escobedo, PA y Valdés Cuervo, ÁA. (2008). Participación de los padres de alumnos de educación primaria en las actividades académicas de sus hijos. Revista electrónica de investigación educativa.

jueves, 4 de mayo de 2017

Ambitos de la acción tutorial

Comenio lo primero que cabe afirmar en su convencimiento de la formación del hombre debe comenzar en la primera edad. “La condición de todo lo nacido es que mientras está tierno fácilmente se dobla y conforma; si se endurece resiste el intento”.

La “escuela prenatal”, allí da numerosas informaciones a los padres sobre cómo cuidar a sus hijos desde el mismo seno materno, al objeto de “nacer con un cuerpo, una mente y unos sentidos sanos”. 
A su juicio esa escuela de buena formación precoz comienza con la clase primera, que instruye en todo lo necesario para asegurar el inicio del proceso: contraer un matrimonio prudente, honrado y piadoso; sigue con la clase segunda, interesada en conseguir que los padres atiendan a su propia salud y fortaleza, para procurar la mejor naturaleza de la prole que van a engendrar; y acaba en la tercera clase, que se ocupa de las precauciones a tomar durante la gestación, cuidando todo lo relacionado con el bienestar de la salud y las costumbres.

En segundo lugar debemos resaltar en esta apretada síntesis que al hacer una división o clasificación de las escuelas, Comenio tiene en cuenta una clara distinción de las etapas de crecimiento, reconociendo cuatro periodos de seis años cada uno y asignando al primero la que denomina escuela maternal. A esta primera escuela le corresponde atender principalmente al “ejercicio de los sentidos externos” para que los pequeños consigan utilizarlos “con exactitud” al aplicarlos a sus propios objetos.

Comenio da a los padres dos necesidades didácticas; por una parte se hace preciso “escribir un librito de advertencias a los padres y madres para que no ignoren sus obligaciones”; por otra, ya que en esta escuela materna debe atenderse sobre todo al ejercicio de los sentidos, conviene realizar un “libro de imágenes”, útil y estimulante para los ejercicios de esta escuela.

Establecer las seis clases que debían constituir la escuela de la infancia en una casa materna:

1. La clase puerperal (hasta mes y medio), período en el que los niños/as han de ser ofrecidos a Dios por medio del bautismo, oraciones, etc.

2. La clase de la lactancia (hasta año y medio), en la que es necesario que la prole humana sea amamantada, pero también “con la leche de la gracia de Dios para que también la formación interior alcance al mismo tiempo sus raíces”

3. La clase del balbuceo o de los primeros pasos, apropiada para enseñarles a hablar, permitirles y fomentar el movimiento y la actividad; todo ello mediante preceptos, ejemplo y práctica, en el momento oportuno y de modo adecuado

4. La clase del lenguaje y de la percepción sensible; un tiempo en el que “nada hay en el entendimiento que no haya pasado primero por los sentidos”, y en el que es preciso ayudar y estimular a que lo pequeños examinen todas las cosas con sus sentidos y a que fundamenten su propio juicio sobre las cosas

5. La clase de las buenas costumbres y de la piedad, encargada de formar desde muy pronto las buenas costumbres por medio de los ejemplos, la enseñanza y la disciplina

6. La primera escuela colectiva o clase de las letras. Comenio está pensando en una escuela dirigida por “mujeres honestas”, que recoge a niños/as entre los 4 y 6 años: “donde los niños se habitúan a convivir, a jugar, a cantar, a contar y a cultivar las buenas costumbres y la piedad y a ejercitar los sentidos y la memoria.

Las recomendaciones didácticas de Comenio son: reconocer la dificultad que entraña para los pequeños el aprendizaje de los primeros elementos, y por eso aconseja transformar el duro trabajo en juego. Sobre la enseñanza advierte que debe ser “abierta, clara y con palabras conocidas y convertida en más eficaz utilizando parábolas”; sobre la disciplina, que considera muy importante, que no ha de ser rígida y de azotes. Pide actuar con seriedad y rigor en el establecimiento de estos primeros fundamentos educativos; pero propone hacerlo siempre con suavidad y siempre de conformidad con las conductas propias de los educandos


La teoría ecológica de Bronfenbrenner

- El sujeto desempeña un papel activo en la construcción de su propio desarrollo.

El desarrollo está afectado por un conjunto de influencias, no por una sola, que provienen de diferentes niveles o contextos más o menos cercanos.

Estos niveles contextuales pueden entenderse como una sucesión de esferas interpenetradas que ejercen su acción combinada y conjunta sobre el desarrollo.

Bronfenbrenner plantea el efecto que sobre el desarrollo pueden tener determinados factores ambientales, tanto físicos como culturales. Estos últimos aparecen representados en los exosistemas y son reflejados por la sociedad en general, mientras que las variables que afecten a la familia o al barrio actuarían sobre el mesosistema, siendo el mundo laboral, junto a las relaciones interpersonales, las que formarían el microsistema






La educación, cosa de dos: La escuela y la familia.

En este artículo se habla de la importancia que tiene la buena relación entre la familia y la escuela, puesto que ambos tienen un objetivo común que es el del desarrollo global y armónico de los niños/as y por tanto, debe ser una tarea compartida; de manera que se facilite la consecución de este objetivo principal. Hoy en día las escuelas y los padres reclaman este apoyo y colaboración mutua, pero es difícil de realizar en la práctica, puesto que existen horarios contrapuestos que dificultan el tener tiempo y además no siempre los padres están dispuesto o al contrario, los docentes no siempre están abiertos a esta colaboración. Cuando hablamos de participación en la escuela no solo se refiere a las citaciones de las entrevistas del tutor/a, si no a las actividades que se propongan, a participar en el Consejo Escolar y las Asociación de madres y padres y que exista una relación de confianza y ayuda entre los padres y los profesores/as. Esta relación se convierte hoy en día en un pilar muy fuerte para la eficacia y respuestas positivas del desarrollo educativo y personal del alumnos/as. Se ha demostrado que en caso de no existir esta cooperación el niño/a tendrá muchos problemas en su evolución escolar y se producirán muchas limitaciones y por el contrario si se da esta cooperación adecuada, el alumno/a evolucionará satisfactoriamente y son muchos las ventajas de las que disfrutará el niño/a . 




Referencia: Domínguez, S. (2010). La educación cosa de dos: La escuela y la familia. Revista digital para profesionales de la enseñanza, pp. 1- 15.
Puedes leer este maravilloso artículo entrando en https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7214.pdf


Infant schools

Su Institución para la Formación del carácter que contaba, entre otras aulas, con dos destinadas a niños desde que sabían andar hasta que cumplían seis años, representó un claro adelanto en la atención socioeducativa a la infancia de forma que Owen es reconocido como pionero en la educación infantil Institucional.

La rápida industrialización había provocado un crecimiento incontrolado de las ciudades y la mano de obra era absorbida de forma inmediata. Miles de niños trabajaban 13 o 14 horas al día desde los seis años de edad y, aunque las leyes intentaron limitar el trabajo infantil, sus condiciones de vida dentro y fuera de las fábricas eran miserables. Teniendo eso en cuenta, los planteamientos sociales tanto de Davis Dale, dueño de la fábrica de New Lanark, primero, como de Robert Owen, después, eran realmente avanzados y encajaban con la tendencia a fomentar la educación elemental como alternativa al trabajo infantil.

Robert Owen nació en 1771 en Newtown, País de Gales, y pronto logró abrirse camino en el mundo industrial. Tras unos años de aprendizaje en una tienda de paños de Londres, con 18 años se instaló en Manchester por cuenta propia y acumuló cierta fortuna y mucha experiencia. En 1799 se hizo cargo de la gestión de la “desgraciadísima sociedad” de New Lanark. Owen quería hacer de New Lanark una comunidad “bien gobernada”, organizada según sus ideales. Entre sus planes estaba organizar un movimiento laboral británico, que contara con un gran sindicato nacional unificado. Las escuelas, en este contexto, formarían parte de un modelo de fábrica-colonia, que contaba, además, con viviendas para los trabajadores, cantina y ofertas de entretenimiento.

Dale había prestado atención al estado físico de los hijos de los pobres en sus fábricas y organizando un modesto sistema de educación infantil. Dale creía en la necesidad de proteger la salud y la moral de los 500 niños que trabajaban en su fábrica, de edades comprendidas entre los 6 y los 16 años. Dale organizó también dos escuelas para los niños demasiados pequeños para trabajar: estas escuelas fueron las primeras de este tipo en las Islas Británicas.

Owen expuso sus ideales de reforma social en el libro Una nueva visión de la sociedad. Al aumentar su popularidad decidió poner en práctica algunas de sus teorías: no contratar a ningún niño menor de diez años y reducir el horario de trabajo de los niños mayores para que pudieran asistir a clases nocturnas, que también organizó.

Se construyó una escuela de dos plantas; la planta alta se dividía en dos aulas para los niños de 6 a 14 años de edad; la primera de ellas estaba dotada de pupitres y bancos, como en el sistema lancasteriano, y en la otra había muestras de historia natural, cuadros y mapas, y podía utilizarse también para las clases de canto y danza. La planta baja estaba destinada a los niños pequeños y constaba de tres aulas. El edificio se aprovechaba al máximo: durante el día lo utilizaban los niños/as, y por la noche los adultos. 

Unos 300 niños recibían educación en la escuela, que era mixta.

El 2 de enero de 1816 se inauguró la primera infant school.

Como maestros, buscó a dos personas, según él mismo contaba, “con gran amor e infinita paciencia hacia los niños y dispuestos a seguir sus indicaciones ciegamente”. Entre las normas básicas que debían seguir los maestros estaban no usar premios ni castigos, no usar palabras destempladas, no aburrir a los niños e intentar que fueran felices. Las concepciones pedagógicas de Owen se inspiraban en diversas fuentes, siendo evidente la influencia de Rousseau.

Buchanan demostró tener buenas dotes para la tarea y buscó formas de entretener a los niños. Fomentaba el canto, la danza, el contacto con la naturaleza y ejercicios de gimnasia, a veces unidos a la enseñanza de los números o de otro contenido.

Se utilizaban también interesantes estrategias didácticas: con pequeños bloques de madera los niños aprendían a sumar y restar, con tarjetas ilustradas se les enseñaba a leer, y se utilizaban letras de metal para el aprendizaje del alfabeto. Los socios de Owen y los padres de los niños creían que los niños debían tener algunos conocimientos religiosos, por lo que se compraron libros de cánticos y Biblias para la escuela.

Los socios de Owen decidieron ir más allá y, además de dar más peso a la enseñanza de las Escrituras, introducir reformas de fondo, como hacer de la danza una asignatura de pago, prohibir cantar y que los niños de más de seis años llevaran falda escosesa.

Todo esto llevó a Owen a dejar la dirección del centro.

Henry Brougham, admirador de Owen, planteó en diciembre de 1818, la posibilidad de crear una escuela para niños pequeños en Westminster. Se formó un comité y se recaudaron 1000 libras con las que se fundó una escuela en Londres.

Sin embargo, Bucharan y Wilderspin poco más tienen en común ya que mientras que el primero, con paciencia y buena voluntad, sin duda, se ocupaba sobre todo de “tener entretenidos a los niños”, el segundo llenó de contenido las infant schools y, con sus libros, facilitó la difusión de este modelo de escuela prácticamente por todo el mundo. La tercera escuela se fundó en 1824 en Walthamstow y se propuso preparar a los niños para su ingreso en las escuelas primarias. A diferencia de las de New Lanark, estas tres escuelas estaban en un entorno urbano muy pobre, lo que explica, al menos en parte, el cambio de modelo a uno más rígido donde la instrucción y la disciplina tenían más peso.

Se creó en 1824 la Infant School Society Londinense.

Wilderspin fue el gran promotor de las infant schools en Inglaterra y el propagandista más incansable de las Infant School Society. Reconoció, en un primer momento, la contribución de Owen al desarrollo del sistema y la ayuda que éste le había aportado personalmente, pero luego se despertó cierta rivalidad acerca de quién había sido el fundador de las infant schools y trató de oscurecer el papel de Owen. Aunque no coincidían en la filosofía de fondo, muchas de las ideas acerca de cómo organizar las escuelas eran bastante similares.

Escribió varios manuales acerca de estas escuelas y la formación de sus maestros, quienes tuvieron una influencia enorme en el modelo de infant schools. On the Importance of Educating the Infant Children es el manual básico para establecer y dirigir una de estas escuelas: explica cómo debe ser físicamente, el objetivo del pario, la gradería y de los demás elementos de la escuela, y contiene multitud de ejemplos acerca de cómo debía actuar el maestro en la enseñanza de los distintos contenidos.

A diferencia de Owen, Wilderspin intentó adaptar el currículo de la enseñanza primaria a las capacidades de los niños más pequeños, por lo que su sistema se basaba en libros, lecciones, aparatos y aprender a fuerza de repetir. Se produjo, así, una separación entre ambos modelos acercándose la infant school a la escuela elemental.
En el caso de Wilderspin, la falta de una teoría pedagógica que fundamentara su método fue su principal fallo.

Tanto las escuelas primarias del momento como las infant schools tenían en común una estricta disciplina y el aprendizaje memorístico basado en la repetición, aunque en éstas se usaban más imágenes y cancioncillas, o quizá tendríamos que llamarlas letanías, por lo reiterativas. La diferencia más clara entre ambas escuelas era la sustitución de la enseñanza en grupos pequeños por parte e monitores y, además, por la enseñanza a todos los niños en la gradería; sin embargo, en estas escuelas no era factible que los niños mayores, como mucho de siete años, actuaran como monitores.

Juan Amós Comenio

Comenio lo primero que cabe afirmar en su convencimiento de la formación del hombre debe comenzar en la primera edad. “La condición de todo lo nacido es que mientras está tierno fácilmente se dobla y conforma; si se endurece resiste el intento”.

La “escuela prenatal”, allí da numerosas informaciones a los padres sobre cómo cuidar a sus hijos desde el mismo seno materno, al objeto de “nacer con un cuerpo, una mente y unos sentidos sanos”. 
A su juicio esa escuela de buena formación precoz comienza con la clase primera, que instruye en todo lo necesario para asegurar el inicio del proceso: contraer un matrimonio prudente, honrado y piadoso; sigue con la clase segunda, interesada en conseguir que los padres atiendan a su propia salud y fortaleza, para procurar la mejor naturaleza de la prole que van a engendrar; y acaba en la tercera clase, que se ocupa de las precauciones a tomar durante la gestación, cuidando todo lo relacionado con el bienestar de la salud y las costumbres.

En segundo lugar debemos resaltar en esta apretada síntesis que al hacer una división o clasificación de las escuelas, Comenio tiene en cuenta una clara distinción de las etapas de crecimiento, reconociendo cuatro periodos de seis años cada uno y asignando al primero la que denomina escuela maternal. A esta primera escuela le corresponde atender principalmente al “ejercicio de los sentidos externos” para que los pequeños consigan utilizarlos “con exactitud” al aplicarlos a sus propios objetos.

Comenio da a los padres dos necesidades didácticas; por una parte se hace preciso “escribir un librito de advertencias a los padres y madres para que no ignoren sus obligaciones”; por otra, ya que en esta escuela materna debe atenderse sobre todo al ejercicio de los sentidos, conviene realizar un “libro de imágenes”, útil y estimulante para los ejercicios de esta escuela.

Establecer las seis clases que debían constituir la escuela de la infancia en una casa materna:

1. La clase puerperal (hasta mes y medio), período en el que los niños/as han de ser ofrecidos a Dios por medio del bautismo, oraciones, etc.

2. La clase de la lactancia (hasta año y medio), en la que es necesario que la prole humana sea amamantada, pero también “con la leche de la gracia de Dios para que también la formación interior alcance al mismo tiempo sus raíces”

3. La clase del balbuceo o de los primeros pasos, apropiada para enseñarles a hablar, permitirles y fomentar el movimiento y la actividad; todo ello mediante preceptos, ejemplo y práctica, en el momento oportuno y de modo adecuado

4. La clase del lenguaje y de la percepción sensible; un tiempo en el que “nada hay en el entendimiento que no haya pasado primero por los sentidos”, y en el que es preciso ayudar y estimular a que lo pequeños examinen todas las cosas con sus sentidos y a que fundamenten su propio juicio sobre las cosas

5. La clase de las buenas costumbres y de la piedad, encargada de formar desde muy pronto las buenas costumbres por medio de los ejemplos, la enseñanza y la disciplina

6. La primera escuela colectiva o clase de las letras. Comenio está pensando en una escuela dirigida por “mujeres honestas”, que recoge a niños/as entre los 4 y 6 años: “donde los niños se habitúan a convivir, a jugar, a cantar, a contar y a cultivar las buenas costumbres y la piedad y a ejercitar los sentidos y la memoria.

Las recomendaciones didácticas de Comenio son: reconocer la dificultad que entraña para los pequeños el aprendizaje de los primeros elementos, y por eso aconseja transformar el duro trabajo en juego. Sobre la enseñanza advierte que debe ser “abierta, clara y con palabras conocidas y convertida en más eficaz utilizando parábolas”; sobre la disciplina, que considera muy importante, que no ha de ser rígida y de azotes. Pide actuar con seriedad y rigor en el establecimiento de estos primeros fundamentos educativos; pero propone hacerlo siempre con suavidad y siempre de conformidad con las conductas propias de los educandos


Juan Jacobo Rousseau

Hay en el Emilio una fundamental consideración y aportación que es preciso señalar en principio; la que alude al desconocimiento y las falsas ideas que se tienen en ese momento sobre la etapa vital de la infancia. Rousseau entiende que muchos olvidan comprender primero que el niño/a es antes de ser persona adulta, y dejan de considerar, además, lo que los niños/as son capaces de aprender. Afirma que es preciso considerar al niño en el niño, que la infancia tiene su orden y significado en la vida humana.

Comenzad por estudiar mejor a vuestros alumnos; porque seguramente no lo conocéis”. Ésta era la fundamental orientación que impulsaba importantes caminos para el conocimiento y el trabajo psicopedagógico.

Rousseau afirma que la educación del hombre empieza al nacer, recalcando al mismo tiempo la importancia de la educación de los sentidos; cuando la memoria y la imaginación son aún inactivas, el niño/a ya presta atención a lo que afecta a sus sentidos. Desde que el niño/a comienza a distinguir los objetos, escribe, hay que prestarle muchos y variados... conviene ofrecerle sensaciones en un orden conveniente, mostrarle conexiones.

Rousseau advierte que ejercitar los sentidos “no es solamente hacer uso de ellos, sino aprender a juzgar bien por ellos”, porque lo que desde ellos se estimula, además, es la actividad y el discernimiento.

Rousseau piensa que únicamente actúa según su propia voluntad quien, para realizarla, no tiene necesidad de la ayuda de nadie, de donde se deduce que el más valioso de todos los bienes no es la autoridad, sino la libertad.

Piensa en la madre-nodriza, ella es nuestro primer perceptor, tierna y previsora como protectora del “arbolillo naciente”; pero afirma que el verdadero y mejor perceptor debía ser el padre, porque su triple deuda con la sociedad es engendrar, nutrir y educar hombres sociables; quien no pueda cumplir esos deberes de padre, carece del derecho de serlo. Rousseau indica que toda mujer que no haya sido educada por su madre no tendrá la voluntad necesaria para educar a sus hijos.


Pedagogía Waldorf

¿Qué es la pedagogía Waldorf?

Es un movimiento pedagógico cuyas bases metodológicas y didácticas parten de un continuo estudio por parte del profesorado de la naturaleza humana, concretándose en un plan de estudios completo, en el cual se mezclan armónicamente las actividades intelectuales, artísticas y prácticas.

¿Qué pretendía?

Conducir al niño hacia un desarrollo equilibrado de su mente, una rica vida emocional y una reafirmación sana de su voluntad.

Pedagogía Waldorf
Es un sistema educativo con 80 años de experiencia, integrado en el marco de las “Escuelas Asociadas” a la UNESCO.
60 países de todos los continentes, en 2000 centros educativos reconocidos que engloban los ciclos de enseñanza: Educación Infantil, Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato, Formación Profesional.




Estudio de la participación de las familias inmigrantes en la escuela.

En este documento se estudiaron la importancia de la participación de familias inmigrantes en centros educativos pensando en la mejora de l...