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En apenas 40 años las cosas han cambiado mucho, antes la responsabilidad del alumno era concentrarse en sus estudios y aprobar, cuando suspendía los padres se enfadaban con él por las notas sacadas. En cambio, hoy en día no se pide tanta responsabilidad al niños, sino por el contrario, es al maestro al que se le exige saber porque ha suspendido y que ha hecho su hijo para suspender.