En este artículo se habla de la importancia que tiene la buena relación entre la familia
y la escuela, puesto que ambos tienen un objetivo común que es el del desarrollo
global y armónico de los niños/as y por tanto, debe ser una tarea compartida; de
manera que se facilite la consecución de este objetivo principal.
Hoy en día las escuelas y los padres reclaman este apoyo y colaboración mutua, pero
es difícil de realizar en la práctica, puesto que existen horarios contrapuestos que
dificultan el tener tiempo y además no siempre los padres están dispuesto o al
contrario, los docentes no siempre están abiertos a esta colaboración. Cuando
hablamos de participación en la escuela no solo se refiere a las citaciones de las
entrevistas del tutor/a, si no a las actividades que se propongan, a participar en el
Consejo Escolar y las Asociación de madres y padres y que exista una relación de
confianza y ayuda entre los padres y los profesores/as.
Esta relación se convierte hoy en día en un pilar muy fuerte para la eficacia y
respuestas positivas del desarrollo educativo y personal del alumnos/as. Se ha
demostrado que en caso de no existir esta cooperación el niño/a tendrá muchos
problemas en su evolución escolar y se producirán muchas limitaciones y por el
contrario si se da esta cooperación adecuada, el alumno/a evolucionará
satisfactoriamente y son muchos las ventajas de las que disfrutará el niño/a .
Referencia: Domínguez, S. (2010). La educación cosa de dos: La escuela y la familia. Revista digital para profesionales de la enseñanza, pp. 1- 15.
Puedes leer este maravilloso artículo entrando en https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7214.pdf
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