Es
interesante ver la situación de otros países diferentes al nuestro,
como su situación es completamente diferente, como la escolarización
no es obligatoria y los niños desde edades muy tempranas deben
trabajar para paliar la pobreza de su familia. La participación de
familia y escuela es, no solo fundamental, sino imprescindible, la
mayoría de las familias no tienen recursos ni económicos ni
materiales para darles una buena educación a sus hijos, por lo que
escuela y familia deben cooperar para hallar un método donde el niño
pueda recibir la mejor educación. Los docentes se preocupan por la
situación familiar y económica de sus alumnos, facilitándole una
mejor educación basada en sus recursos, muchos padres son personas
sin estudios que no pueden ayudar a sus hijos, aunque lo desean, ya
que las tareas escolares de sus hijos son demasiado difíciles para
ellos, el trabajo que pasan trabajando para llevar dinero a casa
hacen que tampoco puedan pasar tiempo con ellos. Para facilitar la
participación de las familias en la escuela, algunos centros han
habilitado un programa para padres, donde intentan erradicar la
analfabetización de los padres para que así puedan participar en la
educación de sus hijos.
Martiniello,
M. (2000). Participación
de los padres en la educación: Hacia una taxonomía para América
Latina.
Perspectiva sobre la reforma educativa. pp.205-240.
Sevilla,
España. Editorial La
Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Banco
Interamericano de Desarrollo, Instituto de Harvard para el Desarrollo
Internacional
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